El pasado 16 de
julio se inició el XI Salón del Cacao y el Chocolate-Perú 2020, y, adaptándose
al tiempo del coronavirus, por primera vez será en edición virtual hasta fin de
año. En este evento los visitantes podrán contactar directamente con
productores y acceder a productos de cacao y chocolatería. El cacao es producto
bandera del Perú que brinda trabajo y genera ingresos a 130,000 familias, tenemos
variedades de cacao fino y de aroma único en el mundo que sirve para elaborar
chocolates que muchos países nos importan, se produce principalmente en la
selva, en los Valles del Huallaga (Huánuco y San Martín), La Convención (Cusco),
Tambo (Junín), Marañón (Cajamarca y Amazonas) y Vraem (Ayacucho, Cusco y Junín),
también en la región Piura es muy reconocido el cacao de corazón blanco.
Sin embargo,
este dulce panorama no se condice con la situación real del sector cacaotero
especialmente por el contenido de cadmio en nuestro cacao (metal tóxico presente
en el suelo y absorbido por las plantas) que sobrepasa los niveles requeridos
por la Unión Europea desde 2014 (enmienda 488) y que rige a partir de 2019
estableciendo como máximo de cadmio 0.8 miligramos por kilogramo (mg/kg), según
investigaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) nuestro
contenido de cadmio supera este umbral y cada vez más países ponen
restricciones y reglamentos afectando la exportación de nuestros productos. Para
contrarrestar esta situación el sector cacaotero está enfocado en la producción
orgánica, aunque actualmente el volumen de exportación anual es muy bajo
(15,000 TM) proyectando aumentar hasta 25,000 TM hacia el 2023.
Pero no solo es
el cadmio, este sector también presenta muchas debilidades, entre ellas, la
mayoría de productores no tienen título de propiedad, cuentan con limitada
capacidad de inversión y acceso a crédito, además, es insuficiente la inversión
en investigación, innovación y valor agregado, exiguo material genético,
deficiente tecnificación, escaso análisis de manejo de suelos, inadecuado uso
de abonos y plaguicidas, deficiente infraestructura vial rural.
Para el
crecimiento y fortalecimiento del sector cacaotero y posicionar nuestro cacao
en el mundo el Estado debería conformar un comité técnico permanente de la
cadena productiva del cacao y chocolatería, además debe apoyar a productores y
empresas locales, y para reducir los niveles de cadmio y el logro de un buen
cacao orgánico será necesario fortalecer las áreas de cultivo seleccionando las
semillas, manteniendo la fertilidad y conservación del suelo, reciclando los
nutrientes y controlando las plagas sin uso de agroquímicos.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 1 de agosto de
2020