Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

NUESTRA FRÁGIL SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

 


Ayer, 16 de octubre, se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación con la finalidad de concientizar sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, desnutrición y pobreza y cuyo principal sustento es la seguridad alimentaria para que todas las personas tengan, en todo momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos nutritivos para desarrollar una vida activa y sana, lo cual incorpora los conceptos de disponibilidad, acceso, uso y estabilidad en el suministro de alimentos.

 

Nuestra seguridad alimentaria es muy frágil a pesar que desde hace 18 años, en noviembre 2002, fue creada una comisión multisectorial para coordinar, evaluar y priorizar políticas sectoriales que garanticen la seguridad alimentaria poblacional, sin embargo, no tuvo ningún resultado que mostrar, recién 10 años después, en octubre 2012 se creó otra comisión multisectorial permanente declarándose la seguridad alimentaria y nutricional de interés nacional y necesidad pública, también en diciembre 2013 se aprobó la Estrategia Nacional 2013-2021 y en junio 2015 el Plan Nacional 2015-2021 para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población priorizando los grupos vulnerables y en pobreza extrema, lo cual claramente no se ha logrado.

 

La seguridad alimentaria y nutricional se ve afectada por la situación del agro que no ha recibido la atención necesaria durante décadas, principalmente la agricultura familiar que es la base de la seguridad alimentaria y tiene importancia preponderante en la producción y en la ocupación con 24% de la PEA, hay 3.8 millones de agricultores a nivel nacional, de ellos, 3 millones (83%) son agricultores familiares, únicamente el 4% ha recibido asistencia técnica y solo 40% de sus unidades agropecuarias cuentan con infraestructura de riego.

 

Bajo este panorama, acaba de concluir un pleno agrario en el Congreso para ver, entre otros proyectos de ley, la implementación de un fondo de emergencia Reactiva Agro y el fortalecimiento patrimonial del Banco Agropecuario. Se evidencian graves problemas en la producción agropecuaria ya que el sector perdería este año más de S/ 1,600 millones, la situación en el campo para pequeños agricultores es “alarmante” por la escasez de agua y falta de capital, lo cual se ha visto agravado por la pandemia con el impacto del aislamiento social, además, el aumento del precio del transporte afecta las campañas de siembra. Se debe garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población implementándose acciones en el agro en disponibilidad, acceso, utilización, estabilidad e institucionalidad.

 

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 17 de octubre de 2020

 

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