El
Perú es el segundo país productor de cocaína a nivel mundial por lo que la
lucha contra el tráfico de drogas debe ser una de las principales políticas de
Estado, dentro de ésta, la erradicación de cultivos ilegales en zonas de alto
impacto se convierte en uno de los ejes fundamentales de cualquier estrategia
de lucha contra las drogas, sin embargo, el gobierno del comunista Castillo,
nombró a Ricardo Soberón como presidente de
la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) quien presenta
marcada posición ideológica de rechazo a la erradicación de cultivos ilegales
de coca, funcionario que ya adelantó en la Comisión de Estupefacientes de Naciones
Unidas el cambio de estrategia de erradicación de cultivos ilícitos de coca, focalizándose
en áreas naturales protegidas, tierras de pueblos indígenas, bosques amazónicos
y áreas de fronteras, en lugar de realizarlas en zonas de alto impacto con muy
elevada concentración de cultivos ilícitos y producción de cocaína como el
Vraem, Huallaga, La Convención-Kosñipata o la Triple Frontera, lo cual está dispuesto
en el DS-086-2021-PCM (Establecimiento de Zonas Estratégicas de Intervención
para la implementación de la Política Nacional contra las Drogas al 2030).
El pasado 24 de enero el Ministerio del Interior aprobó el Plan Anual
2022 de Reducción del Espacio Cocalero Ilegal con Responsabilidad Social en el
Perú (RM 0079-2022-IN) que dispone las actividades del Proyecto CORAH (Control
y Reducción del Cultivo de Coca en el Alto Huallaga), sin embargo, dicho plan no
puede ser visualizado en la Plataforma digital única del Estado Peruano. Y el
14 de febrero pasado, el congresista Bermejo presento un proyecto ley
proponiendo que se reconozcan las 19 cuencas cocaleras del país (incluyendo el
Vraem), y la legalización de los cocaleros ilegales, lo cual es peligroso
porque evitaría los procesos de erradicación.
Bajo este panorama, la ideología predominante del gobierno comunista es
rechazar la erradicación de cultivos ilegales de coca, tienen una agenda
nacional y un proyecto de ley
de hoja de coca, pretenden suspender la erradicación en el Vraem y otras zonas
cocaleras, empadronar cocaleros ilegales, despenalizar su cultivo y ampliar las
áreas autorizadas de cultivos ilícitos. Según la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas
estadounidense (ONDCP) durante 2020 alcanzamos récords históricos en cultivos
ilegales y producción de cocaína, en cultivos ilegales 88,200 hectáreas, de
las cuales, 90% van directamente al narcotráfico produciéndose 810 toneladas de
cocaína. Si este gobierno comunista sigue reduciendo la erradicación, en muy
poco tiempo nos podemos convertir en el primer país productor de cocaína en el
mundo sobrepasando las 1,200 toneladas producidas en Colombia durante 2020.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 19 de febrero de 2022