Más
de quince conflictos y paralizaciones de transportistas y agricultores se iniciaron
desde el pasado 28 de marzo por el alza del precio del petróleo, combustibles,
fertilizantes y alimentos, y ante la desidia gubernamental, estallaron el 2 de
abril, primero en Junín y luego escaló a 12 regiones del país, en Lima y Callao
la crisis se agravó por una sorpresiva inamovilidad injustificada, y sin ser
acatada, una multitud salió a las calles a pedir la renuncia de Castillo. Desde
el inicio de las protestas, que todavía continúan, hay 5 lamentables muertes de
manifestantes y cuantiosas pérdidas materiales que se estiman en S/ 1,000
millones.
Pero
increíblemente, con nuestro país envuelto en esta grave crisis, radicales
comunistas marxistas-leninistas, como Bermejo, durante el grave paro de
transportistas, con retrógrado razonamiento, planteó que es el momento para una
Asamblea Constituyente para refundar el país, para que todas las voces sean
escuchadas, los sueños alcanzados, terminar con los conflictos sociales y
vivamos una real democracia, pero aún más retrógrado y desfasado, Vladimir
Cerrón, el mismo día de la inamovilidad en Lima y Callao, señaló que la única
solución permanente y pacífica es una Asamblea Constituyente y que la población,
ese día, debe reclamar su instalación, pero, se equivocó de plano, porque lo
que todos reclamaron fue la renuncia del comunista Castillo.
Recordemos que cuando Castillo asumió el gobierno
juró por “una nueva Constitución” y en su mensaje a la Nación enfatizó que una
de sus principales banderas políticas era convocar una Asamblea Constituyente,
y en los más de 8 meses del gobierno esta retrógrada cantaleta comunista, ha
sido permanente y radicalizada y hasta han advertido: que la Asamblea Plurinacional Constituyente es un compromiso
irrenunciable del Partido y del Gobierno; que la izquierda amenaza
con desatar la violencia en Perú si se cierra el paso a la Asamblea
Constituyente; que Perú Libre no descansará hasta cumplir
el propósito del cambio de Constitución; que la nueva Constitución es el deber de la
actual y nueva generación; que es una necesidad histórica que cambiará el
proyecto de vida del país.
Bajo este panorama, el 92% de la población
está en desacuerdo en dicha Asamblea, por el contrario piden priorizar:
la lucha contra la delincuencia, generación de empleo, lucha contra la
corrupción, promoción del empleo, reducción de la pobreza, erradicación del
narcoterrorismo, sin embargo, este gobierno comunista marxista-leninista solo
tiene como prioridad fundamental cambiar la Constitución vigente para aprobar la reelección presidencial y perpetuarse
en el poder para así imponer un proceso de revolución y convertir a nuestro
país como Cuba, Venezuela o Nicaragua.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 9 de abril de
2022