El
comunista Castillo, con seis investigaciones preliminares en la Fiscalía por
ser presunto cabecilla de una organización criminal, tráfico de influencias,
colusión agravada, delitos contra la administración pública, encubrimiento
personal y contra la tranquilidad pública, además de investigaciones a su
entorno familiar (su cuñada Yenifer Paredes ya tiene condena de 30 meses de
prisión preventiva) y a ministros, funcionarios, paisanos y allegados, está
desesperado, temeroso y buscando sobrevivir en el gobierno porque aparecen
nuevos casos y evidencias incriminatorias de corrupción, más personajes
involucrados y mayor cantidad de colaboradores eficaces, con los que el círculo
de la justicia, inexorablemente, terminará por cerrarse.
Ante
tal situación, Castillo está mal utilizando el poder para amenazar al Congreso
calificando de golpistas a la oposición y anunciando que defenderá su gobierno y la vacancia en su contra en
cruzada nacional junto al pueblo, y lo hace buscando apoyo en diferentes grupos
de la sociedad civil. También, la arremetida contra la Fiscal de la Nación,
Patricia Benavides, y la fiscal Mirta Barreto, que lidera el equipo de lucha
contra la corrupción en el poder, quienes reciben constantes ataques del
gobierno intentando minimizarlas o desacreditarlas y hasta han sufrido reglajes
en su domicilio a través de drones. Además, el comunista Castillo ha tenido la
increíble osadía de asegurar que “pagan, amenazan y fabrican colaboradores
eficaces para que declaren en su contra”, realmente una abominable actitud de
doble moral ahora que él está siendo investigado, se victimiza, ataca y agravia
a los órganos jurisdiccionales contraviniendo la Constitución (Artículo 118°
inciso 9).
Sobre los cambios de altos mandos policiales, con
intencionalidad política está desestabilizando la institución policial nombrando
como Inspector General a Segundo Mejía, general chotano que pretenderá dar de
baja al coronel PNP Harvey Colchado (denunciado por Castillo por presuntos
excesos en la intervención a Palacio) quien labora en apoyo a los Fiscales
contra la Corrupción del Poder. También Castillo, el 30 de agosto, día de Santa
Rosa de Lima y patrona de la Policía ofendió a los peruanos al no asistir a su
homenaje y pretender considerar esa fecha como día nacional de las personas
desaparecidas durante el período de violencia 1980-2000 (período del terrorismo
criminal).
Bajo este panorama, el comunista Castillo, en el marco de la ley y
la Constitución, no tiene autoridad
legal ni moral para utilizar el poder y amenazar al Congreso y al Ministerio
Público ni ejecutar actos de encubrimiento y obstrucción a la justicia para pretender
acallar la búsqueda de la verdad sobre la evidente corrupción enquistada en el
gobierno, incluidos ministros, funcionarios, familiares, paisanos y allegados.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en
el diario EXPRESO, fecha 3 de setiembre de 2022