En
agosto pasado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
Agricultura (FAO) nos advirtió: 16.6 millones de personas en Perú padecen de
inseguridad alimentaria, es decir, la mitad de nuestra población tiene una
ingesta inadecuada de alimentos por falta de acceso de alimentos suficientes y
nutritivos para llevar una vida adecuada, lo cual tiene graves efectos para la
salud y desarrollo de las personas, especialmente de los niños.
El
pasado día 17 dicha organización inició en Roma, Italia, el Foro Mundial de
Alimentación en el que Castillo intervino de manera virtual donde reconoció que
en el Perú hay alrededor de 16 millones de personas que viven en inseguridad
alimentaria y admitió que 70% de distritos del país tiene altos niveles de
vulnerabilidad e inseguridad alimentaria, además, explicó que su gobierno ha
emprendido la “segunda reforma agraria política” que busca alcanzar la
seguridad agroalimentaria y desarrollo rural mediante la promoción sostenible
de la agricultura familiar, sin embargo, a pesar de ser la bandera principal de
este gobierno comunista, esta seudo reforma, anunciada en octubre 2021, ni
siquiera se ha iniciado porque no han presentado un proyecto de ley al Congreso
para su debate, además, su fundamento no atiende los problemas estructurales
del campo porque predomina el proteccionismo y las medidas arancelarias que
desincentivan la competencia y ocasionan incremento de precios.
Para enfrentar la inseguridad alimentaria, este gobierno
comunista no tiene ningún plan estructurado ni respuestas coherentes, prueba de
ello es que han pasado por el Ministerio de Agricultura 6 ministros y hasta la
fecha, con 4 licitaciones, no llega urea a los agricultores, afectando
seriamente la campaña agrícola 2022-2023. Y esta situación se agravará en 2023
debido a que este gobierno ni siquiera cuenta con una Ley de Seguridad
Alimentaria y Nutricional porque la Ley 31315 del 24 julio 2021 no está
reglamentada, tampoco cuenta con Estrategia ni Plan Nacional de Seguridad
Alimentaria y Nutricional vigente, solo siguen repartiendo bonos a diestra y
siniestra como paliativos, por lo cual, obviamente, la situación de inseguridad
alimentaria no mejorará, sino que empeorará.
Bajo este panorama, el actual gobierno comunista marxista
leninista maoísta está ocasionando más pobreza, miseria, hambre, desnutrición crónica,
anemia y riesgos de mortalidad infantil porque sigue espantando la inversión
privada, y, por lo tanto, no hay empleo, crece la informalidad, baja el dinero
circulante en el mercado, se eleva
la inflación y aumentan los precios generando una drástica reducción de la capacidad adquisitiva que incide
en la vulnerabilidad e inseguridad alimentaria de todos los peruanos,
principalmente en los de menores recursos y en zonas rurales.
Artículo de Alfredo Palacios
Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 29 de octubre de 2022