En setiembre de 2017 la empresa peruana Macusani Yellowcake (subsidiaria de la canadiense Plateau Energy) anunció el descubrimiento de 2.5 millones de toneladas de litio en el Yacimiento Falchani (región Puno a 4,500 msnm), y en agosto 2018, según un informe de la consultora The Mineral Corporation, aumentó la cantidad a 4.7 millones de toneladas indicando que se requería una inversión de US$ 800 millones para comenzar a producir a partir del 2021, sin embargo, ya estamos en mayo 2023 y recién el pasado día 11, muy retrasados, han sido aprobados los permisos de perforación para realizar la declaración de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) que debe presentar la empresa para certificar los asuntos ambientales e inventario del agua y otros aspectos de energía nuclear.
Además existen todavía
muchas complicaciones para el inicio de las perforaciones, entre ellas, se
requiere mantener reuniones con autoridades involucradas y comunidades de la
región Puno, algunas comunidades indígenas originarias rechazan su
privatización (Mallkus, Jilaqatas, Mama Tallas), otro problema es que aún no se
tiene el marco legal para la exploración ni explotación de litio, el cual está
supeditado a la elaboración del reglamento que establezca los temas de competencia
y debe ser definido por 6 ministerios, lo cual se viene anunciando desde agosto 2018
sin avances importantes, y por último, el
litio de Falchani en Macusani se encuentra en roca, diferente a los salares de
Bolivia, Argentina y Chile. por lo que el costo de extracción sería más elevado.
El litio es un importante mineral para la acción climática y
transición de energía limpia, sus propiedades en conducción de calor y
electricidad lo privilegian para la masificación de vehículos
eléctricos y fabricación de baterías de iones-litio (Li-Ion), tecnología en
celulares, notebooks, artículos electrónicos portátiles, como insumo en
generación de aire acondicionado en submarinos y aviones, fabricación de
vidrios y cerámicas resistentes al calor y hasta como uso farmacéutico para
combatir el trastorno bipolar y depresión.
Bajo este panorama, ¿Cuál será el futuro de nuestro litio? La ley
31283 (julio 2021) declara de necesidad pública, interés nacional y recurso
estratégico la exploración, explotación e industrialización del litio y sus derivados,
pero no se ha avanzado lo suficiente. Para que el proceso no se siga
dilatando, el gobierno debería agilizar las reglamentaciones y la empresa
Macusani el EIA que por la dificultad para su aprobación podría retrasarse
hasta 2026 o 2027 junto con la construcción de una planta para iniciar operaciones y que
nuestro país ingrese a la industria del litio, pudiéndose planificar además la
construcción de una refinería de litio, fábrica de baterías y hasta la
fabricación de autos eléctricos.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el
diario EXPRESO, fecha 27 de mayo de 2023