Tanto
la presidenta Boluarte como el premier Otárola y la misma Canciller Gervasi
miran de costado a pesar de las revelaciones y advertencias sobre las
actividades del embajador cubano en el Perú, coronel de inteligencia conocido
como “El Gallo” Zamora, sin embargo, la responsabilidad de mantenerlo como embajador
recae sobre la presidenta Boluarte porque constitucionalmente es la responsable
de dirigir nuestra política exterior y las relaciones internacionales.
Aunque
Cuba, con Zamora, no logró su objetivo de impedir la caída del gobierno
comunista de Castillo y que nuestra democracia transite hacia la dictadura para
perpetuarse en el poder, sin embargo, seguiría actuando, con su proceso de
penetración e influencia de la revolución comunista como dirigente de una base
operativa, entre la más grandes de la región, que, según el ex oficial de
inteligencia cubana, Enrique García, se habría implementado en nuestro país
antes de la llegada de Zamora, recordemos que en junio de 2020, bajo gestión de
Vizcarra, ingresaron al Perú 85 médicos y enfermeros habiéndose revelado que
entre ellos habían miembros del G2 de inteligencia cubana infiltrados para
adoctrinamiento y agitación política, pero el gobierno no explica sobre su
paradero, igualmente, la existencia de grupos de cubanos y venezolanos que
difunden la revolución comunista en diferentes sectores del país, lo cual no se
investiga.
El
mismo ex oficial de inteligencia cubana, Enrique García, ha denunciado que el “Gallo
Zamora”, actuando como “un espía experimentado”, estaría poniendo en peligro
nuestra democracia. Con una carta notarial presentada el pasado día 16 en el
diario Expreso, advierte sobre el riesgo en que se encuentra el Perú por la
presencia de los oficiales de inteligencia cubana Zamora y su esposa Maura
Juanpérez, quien actúa como difusora cultural, y operan reclutando y manejando
agentes clandestinos en diferentes instituciones influyendo en asuntos internos
a favor de los intereses del Estado cubano. Otro el ex agente de inteligencia
cubano, Orlando Brito, explica que Zamora, en Panamá, cumplía funciones de
embajador como fachada, pero actuaba coordinando la inteligencia y buscando
relaciones de confianza en diferentes instituciones. Luis Domínguez, experto en
asuntos cubanos, advierte que la inteligencia cubana “dirige todo el aparato de
penetración, influencia y subversión de Cuba en el mundo”.
Bajo
este panorama, Boluarte mantiene a Zamora como embajador cubano en el Perú
porque tiene el mismo origen político y comparte la ideología marxista
leninista maoísta del corrupto Castillo, haciendo evidente su respaldo a la
conexión cubana en el Perú a pesar de las evidencias y advertencias de ex
agentes de inteligencia cubanos sobre sus labores de penetración ideológica
comunista que estarían dirigidas por Cuba para tratar de desestabilizar nuestro
país.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 20 de mayo de 2023