El
pasado 26 de abril se promulgó el Decreto Supremo N°003-2024-MINAM
oficializándose la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau (RNMTG)
frente al litoral de las regiones Tumbes y Piura en una superficie de 115,675
hectáreas. Hace 11 años, en 2013, se determinaron los lugares prioritarios que
la conforman, abarcando Isla Foca, El Ñuro, arrecifes Punta Sal y Banco de
Máncora, en 2016 se concluyó el expediente técnico, y recién
ahora se hace realidad esta importante reserva nacional.
Tenemos un inmenso mar
de 1’140,000 km2 de extensión, y, hasta antes de crearse esta reserva solo
teníamos 0.5% de área total protegida bajo la figura de áreas naturales protegidas
costeras que pertenecen al ecosistema corriente de Humboldt, desde Cabo Blanco
hasta Tacna (reserva Paracas, reserva de islas, islotes e islas guaneras y
reserva San Fernando), pero no existía ninguna zona protegida en el norte,
donde actualmente se ha creado esta nueva RNMTG que representa 1.5% del mar
tropical y 0.14% del área marina total, la cual contiene una abundante
biodiversidad y alta productividad, provee 70% de recursos marinos para consumo
humano, 30% de la pesca peruana y 47% de recursos exportables, es, además, una
zona de alimentación de especies migratorias y también sirve como punto de guía
para tortugas marinas, tiburones ballena y otras especies.
Sin embargo, la creación de esta
reserva enfrenta actualmente problemas de pesca ilegal por pesca de arrastre,
que afecta a todas las especies, especialmente las juveniles y más pequeñas, el
reglamento de ley prohíbe estas prácticas dentro de las 5 millas, pero se
contravienen por falta de control y fiscalización. Otra problemática es que en
la reserva se superponen 4 lotes petroleros, el LXXXVI (Banco de Máncora y
Arrecifes de Punta Sal), el Z-2B (Cabo Blanco-El Ñuro), el Z-6 (Isla Foca) y el
Z-69 (Cabo Blanco-El Ñuro), este último lote ha sido entregado recientemente a
Petroperú. Aunque Perupetro ha suscrito convenios de evaluación técnica con
empresas en algunos de los lotes, no deberían proceder nuevas operaciones de
exploración y explotación porque existe respeto de derechos preexistentes solo
antes de la creación de esta nueva reserva nacional, Las operaciones petroleras
deberán ser estrictamente controladas y fiscalizadas sobre conservación marina
en actividades de exploración (prospección sísmica en zona de alta
biodiversidad, perforación de pozos submarinos profundos), y explotación
(derrames).
Bajo este panorama, esperamos
que la creación de esta nueva reserva coadyuve a controlar y fiscalizar la
pesca ilegal y a las empresas petroleras (incluyendo Petroperú) para proteger la
pesca artesanal, la diversidad biológica, así como también, el manejo
sostenible de los recursos marinos y el crecimiento del potencial turístico.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 4 de mayo de 2024