En
febrero pasado la ciudad sagrada de Caral, cuna de la civilización más antigua
de América, fue promovida por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo
(Mincetur) a la máxima jerarquía turística al alcanzar el grado 4 como destino
de renombre mundial por su gran significación y capacidad de atracción
internacional como recurso turístico junto a Machu Picchu, Chan Chan, río
Amazonas, Líneas de Nasca, Valle del Colca, Lago Titicaca y Centros Históricos
de Arequipa y Lima. Nuestra ciudadela, ubicada en Barranca, al margen del río
Supe, tiene 5,000 años de antigüedad y es la primera civilización andina, fue
declarada en 2006 de preferente necesidad pública la investigación,
conservación y puesta en valor, y en 2009 declarada por Unesco como Patrimonio
Cultural de la Humanidad. La Doctora Ruth Shady es su descubridora, en
octubre de 1994 fundó el Proyecto Arqueológico Caral y dirige desde 2003 el
Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe que se encarga de revalorizar y
proteger nuestro patrimonio y sus alrededores.
La
historia de la desprotección de Caral es muy antigua, hace muchos años existe una
expansión no planificada de poblaciones aledañas que ocasiona invasiones,
concesiones agrarias, minera ilegal, lo cual se agrava por traficantes de
tierras que ingresan y se apropian del territorio. La Doctora Shady ha manifestado
que desde 2020 viene recibiendo amenazas de muerte de traficantes de terrenos
por haber denunciado a la Policía y Fiscalía la invasión y daños irreparables,
con maquinaria pesada, de varias estructuras de los edificios de Caral; el pasado
30 de agosto, durante el 17 aniversario de las investigaciones de la antigua
ciudad agro pesquera de Vichama Raymi de la civilización Caral, reiteró que las
invasiones son más fuertes y hasta han contratado sicarios, advirtiendo que los
invasores siguen asediando este sitio arqueológico en busca de apoderarse de
las tierras de Caral.
Bajo
este panorama, es incomprensible y discordante que Mincetur anuncie trabajos de
mejoramiento para potenciar el atractivo turístico de Caral tratando de
aprovechar su cercanía al puerto de Chancay, y hasta se ha promovido esta
ciudadela como ruta turística de la región Lima en el marco de la APEC, cuando
existe un grave peligro por su desprotección, Ruth Shady reitera que ella y su
equipo continúan recibiendo amenazas directas de delincuentes pretendiendo
intimidarlos, para que dejen la zona y no se opongan a las invasiones de los
terrenos cercanos a la zona arqueológica. A pesar que la Constitución dispone
el deber del Estado de proteger y conservar el patrimonio cultural de la Nación
(artículo 21), éste, no le brinda el apoyo que amerita Caral y el Ministerio de
Cultura (Mincul) no le otorga la atención adecuada, además, es manifiesta la
falta presencia policial.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado
en el diario EXPRESO, fecha 12 de octubre de 2024