La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) fue fundada en 1961 para promover políticas públicas que mejoren el bienestar económico y social del mundo, además de promover en las economías y sociedades de sus 38 países miembros el progreso en democracia con las buenas prácticas, compartir experiencias fijando nuevos estándares y desarrollando adecuados mecanismos de gobernanza, países que a nivel mundial representan 60% del PBI, 80% del comercio y 71% de las inversiones. La membresía en la OCDE, además de atraer inversión internacional, posiciona a los países adherentes como economías avanzadas y democracias con alta renta per cápita. De América Latina solo la integran México (desde 1994), Chile (2010), Colombia (2020) y Costa Rica (2021), actualmente están en proceso de adhesión. Argentina, Brasil y Perú.
Nuestro país tiene una aspiración muy antigua para ingresar a la OCDE, hace 20 años, en 2004, hicimos un primer contacto con esta Organización, poniendo a revisión nuestras políticas y leyes de competencia, en 2012 presentamos la solicitud de incorporación, en 2014 firmamos un acuerdo de cooperación para adherirnos en 2021 durante nuestro Bicentenario. En enero 2022 recibimos su invitación para iniciar el proceso de adhesión, y recién, en junio 2023 entregamos el Memorando Inicial con una autoevaluación del marco normativo, políticas y prácticas para determinar nuestra situación respecto a estándares de la OCDE. Actualmente, de 24 comités de evaluación de la OCDE, solo 5 nos han evaluado (Gobernanza Pública, Anticorrupción Internacional, Altos funcionarios de Presupuesto, Medio Ambiente y Regulatorio) debiéndose aún cumplir sus recomendaciones, restando todavía la evaluación de 19 comités.
Durante los últimos meses, el presidente del Consejo de ministros, Gustavo Adrianzén, ha insistido sobre nuestros progresos significativos para incorporarnos a la OCDE, en mayo pasado manifestó que el proceso de adhesión del Perú va adelante entre los países que actualmente postulan, y en junio, estimó que nuestro proceso de adhesión concluirá en 2027, sin embargo, es una situación muy compleja por los temas urgentes y pendientes de orden económico, político, social e institucional que debemos antes resolver.
Bajo este panorama, es incongruente intentar ingresar a la OCDE si mantenemos 70% de informalidad que afecta nuestra productividad, con inadecuados sistemas educativos y de salud, con elevado crecimiento de la minería ilegal y su violencia asociada, con grave inseguridad ciudadana y altos niveles de corrupción que colisionan con estándares de integridad de países miembros de dicha organización, con bajísima competitividad, innumerables barreras burocráticas para las inversiones, mediocre crecimiento económico y elevado déficit fiscal, además de nuestra deteriorada y crítica institucionalidad y permanente inestabilidad política.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 21 de diciembre de 2024