La inversión pública es crucial para el desarrollo económico y social de nuestro país, a través de ella se ejecutan obras públicas de infraestructura, educación, salud, agua y saneamiento, investigación, desarrollo e innovación tecnológica, entre otras, para nuestro desarrollo y mejora de las condiciones de vida poblacional, sin embargo, sus beneficios se ven empañados principalmente por corrupción, burocracia, inconducta funcional y otros aspectos que a continuación se detallan.
Según información de la Plataforma Nacional de Datos Abiertos del Ministerio de Economía y Finanzas, la inversión pública aumentó 16% entre 2023 y 2024 (de S/ 49,843 millones a S/ 57,742 millones), sin embargo, un Análisis del Consejo Privado de Competitividad de enero 2025, nos advierte que en 2024 se dejaron sin ejecutar recursos por S/ 12,250 millones (1.2% del PBI 2023), principalmente por gobiernos regionales y locales (91% a nivel nacional), éstos recursos sin ejecutar equivaldrían a la construcción de 6,500 kilómetros de carretera o 14,000 centros de salud de primer nivel. Pero lo más grave, durante 2024, de 64,636 proyectos registrados, 10,833 presentan ejecución cero. Además, al primer trimestre 2025, más del 80% de gobernadores y alcaldes no superan ni 20% de sus partidas.
Ya la Contraloría General de la República lo advertía desde el primer trimestre 2024, que a nivel nacional, el Banco de Inversiones tiene, desde 2001, cerca de 532,000 proyectos, de los cuales 199,011, podrían ejecutarse, pero 20% están abandonados. En ese entonces, el contralor Nelson Shack señalaba que “la corrupción se presenta desde la adjudicación y durante el proceso de selección porque saben que la obra va a paralizarse, se adjudica, levantan el adelanto presupuestal, pero no se ejecuta”, añadiendo que perdemos en obras públicas 17% del presupuesto por corrupción e inconducta funcional, invertimos 100% y solo ejecutamos 60% o 70% de los recursos.
Bajo este panorama, los principales problemas que afectan los procesos de inversión pública, además de la corrupción, burocracia e inconducta funcional, tenemos: la falta de gestión y planificación, inadecuada capacidad técnica, deficiencias en expedientes técnicos y en supervisión y control; alta rotación de funcionarios ejecutores de proyectos; incumplimiento de aspectos técnicos y normativos; inconsistencias en valorización de obras; atrasos de ejecución ocasionando sobrecostos. Ante esta situación el gobierno, con DS-020-2025-EF fecha 15 febrero, ha aprobado nuevos lineamientos de política nacional de inversión pública para mejorar la calidad y sostenibilidad de los proyectos, que esperemos, resuelva en algo el grave problema de pésima vinculación de las partidas presupuestales con proyectos indispensables para la población, cuyas regulaciones datan desde junio del 2000 por el Sistema Nacional de Inversión Pública, reemplazado por inconexo y burocrático en diciembre 2016, por el Sistema Nacional de Programación Multianual y Gestión de Inversiones que hasta la fecha tampoco funciona adecuadamente.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 12 de abril de 2025